Espera que a cambio le manifestemos gratitud y aprecio

Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación. (Salmos 100:5 NTV)

 En Su Palabra se enfatiza la importancia de amar a Dios con todo el corazón, la mente y el alma, de alabarlo y pasar tiempo con Él. No solo limitarnos a escucharlo por medio de Su Palabra impresa, de Su voz al hablarnos en profecías, o los susurros de Su Espíritu que percibimos con el corazón y la mente, sino también hablar con Él y expresarle nuestro amor y gratitud, y alabarlo por las espléndidas bendiciones que nos ha prodigado en abundancia.
 Las relaciones en las que una de las partes recibe mucho, pero no da gran cosa pueden estar desequilibradas. A diario, el Señor da con generosidad a Sus hijos, y desde luego no le importa que tomemos todo lo que nos da. Sin embargo, espera que a cambio le manifestemos gratitud y aprecio, que expresemos agradecimiento por las innumerables dádivas que nos concede a cada uno con desvelo para que sean lo que cada uno necesita.
 ¡Las bendiciones que nos da están hechas a la medida! Nos da Sus buenas dádivas gustosísimo, pero parte del placer que eso le reporta consiste en que le demos las gracias, que le manifestemos gratitud por lo que dispone y prepara para nosotros con tanto amor, ternura y detenimiento.
 ¡Solemos estar tan ocupados y atareados con los desafíos que se presentan a diario que no prestamos atención a las bendiciones que nos llueven! —Maria Fontaine [1]

 Una cosa es estar agradecido. Otra es dar las gracias. La gratitud es lo que sientes. Acción de Gracias es lo que haces. —Timothy Keller

[1] Áncora Expresar alabanzas y adoración a Dios

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