Lo poco es mucho si Dios está en ello
¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas. (Salmos 139:14a NVI)
Si bien tengo fe en Jesús desde niño, suelo compararme con las personas que fueron testigos de sanaciones, resurrecciones y otros milagros increíbles, y pienso que me perdí algo.
Yo nací prematuro, dos meses antes de lo previsto. Pesaba apenas un kilo y medio y vi la luz en medio de un tifón. Debido a que en el hospital se había cortado la electricidad, me llevaron a la sala de cuidados intensivos, el único sector que tenía corriente. Les habían dicho a mis padres que yo seguramente no viviría más que una noche. Pero cuando mi padre oró, se acordó de un dicho que reza: «Lo poco es mucho si Dios está en ello». Aunque yo era muy pequeño y tuve que permanecer en una incubadora durante un mes, aparte que se me aplicó demasiado oxígeno —lo que probablemente causó mi ceguera—, sobreviví y sigo vivito y coleando hasta hoy.
Dios bien puede obrar milagros realmente admirables, de esos que nos dejarían boquiabiertos. Tanto la Biblia como la historia del cristianismo abundan en relatos de esos portentos. No obstante, he aprendido que cuando reconocemos y admitimos que Dios se nos manifiesta por medios que aunque parezcan insignificantes no dejan de ser evidentes, Él en muchos casos incrementa las expresiones visibles de Su poder para que lo glorifiquemos aún más.
Si te cuesta ver la mano de Dios en tu vida, echa la vista atrás y deja que Dios te recuerde que Él nunca te ha abandonado ni desamparado. Eso reavivará tu fe y te reafirmará que Él no tiene intenciones de dejarte ni abandonarte hoy. - Steve Hearts [1]
Que rápido olvidamos las grandes liberaciones que Dios ha hecho en nuestras vidas. Que fácilmente damos por descontado los milagros que el ha hecho en nuestro pasado. - David Wilkerson
[1] Conéctate Dios y yo