Los buenos oyentes

El que es entendido refrena sus palabras; el que es prudente controla sus impulsos. (Proverbios 17:27 NVI)

Escuchar con atención requiere esfuerzo. Conviene prestar atención a los buenos oyentes con quienes se conversa. Demuestran interés con su mirada, su postura y sus reacciones.

Podría decirse que se trata de una actitud indescriptible que dice: «Me gusta escuchar lo que dices. Eres importante para mí.» Producen una atmosfera de calma y paciencia. Parecen decir: «Tómate tu tiempo. No tengo nada más importante que hacer en este momento que escuchar lo que tienes para decir.»

Escuchar es una manera de cumplir a cabalidad la ley de Cristo. La Biblia la resume en ama a tu prójimo como a ti mismo. Al escuchar a otros para entenderlos, se lleva a cabo la obra de Dios y se demuestra Su amor. - Autor anónimo [1]

Mi primera norma de conversación es: nunca he aprendido nada cablando. Todas las mañanas recuerdo que nada de lo que diga ese día me enseñará algo, de manera que para aprender mucho, tendré que detenerme a escuchar.
Recuerden las señalizaciones de tren en los pueblos y zonas rurales: Para-Mira-Escucha. Demuestren a su interlocutor que sienten interés en lo que dicen. Ellos, a su vez, harán lo mismo. - Larry King y Bill Gilbert

 

[1] Áncora Escuchar para crecer

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