Nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas (Sus promesas) llegaseis a ser partícipes de la naturaleza divina. (2 Pedro 1:4)

Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. (Salmo 16:8)

Mucha paz tienen los que aman Tu ley, y nada los hace tropezar.  (Salmo 119:165 NBLH)

Enséñame a hacer Tu voluntad, porque Tú eres mi Dios; Tu buen Espíritu me guíe a tierra firme. (Salmo 143:10 NBLA)

El que me ama, Mi palabra guardará; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él. (Juan 14:23)

Porque si primero se tiene dispuesta la voluntad, se acepta según lo que uno tenga, no según lo que no tenga. (2 Corintios 8:12 RVA2015)

Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateo 11:28-30 RVA2015)

Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de verdad. (Salmos 145:18 RVA2015)

Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman. (1 Corintios 2:9 RVR1995)

El que camina en integridad anda confiado. (Proverbios 10:9 RVA2015)

Sácianos de Tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría.  (Salmo 90:14 NVI)

No se olviden de hacer el bien y de compartir lo que tienen porque tales sacrificios agradan a Dios. (Hebreos 13:16 RVA2015)

Y cualquiera que os dé un vaso de agua en Mi nombre,  porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. (Marcos 9:41; RV 1995)

Un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó cayó en manos de ladrones, los cuales lo despojaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto. (Lucas 10:30)

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:7)

No seas vencido por el mal sino vence el mal con el bien. (Romanos 12:21)

Pero pida con fe, no dudando nada. (Santiago 1:6a)

¡Oh que callaran del todo! Ello les sería contado por sabiduría. (Job 13:5 RVA2015)

Porque andamos por fe, no por vista. (2 Corintios 5:7)

Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien. (Génesis 50:20a)