Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos. (Mateo 5:16)

Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.» (2 Tesalonicences 3:5 RVR1960)

Tu ojo es como una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo está enfermo, tu cuerpo está lleno de oscuridad. (Lucas 11:34)

En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. (1 Corintios 3:9 NVI)

Mi corazón ha dicho: “Busquen su[a] rostro”. ¡Tu rostro buscaré, oh SEÑOR! (Salmos 27:8 RVA-2015)

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros pero sin pecado. (Hebreos 4:15 RVA-2015)

Pero gran ganancia es la piedad con contentamiento.  (1 Timoteo 6:6)

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente... Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39)

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. (Salmos 46:1 RVA-2015)

Yo soy la luz del mundo. El que me sigue nunca andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12 RVA-2015)

Pero yo les digo: Amen a sus enemigos. (Mateo 5:44)

Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él. (Colosenses 3:10 NLT)

Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto. Pero separados de mí nada pueden hacer. (Juan 15:5 RVA-2015)

Con todo, tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. (2 Corintios 4:7 RVA-2015)

Miren que nadie devuelva a otro mal por mal; en cambio, procuren siempre lo bueno los unos para los otros y para con todos. (1 Tesalonicenses 5:15 RVA-2015)

La fe es la firme seguridad de las realidades que se esperan, la prueba convincente de lo que no se ve. (Hebreos 11:1 RVR1977)

No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)

Hazme oír por la mañana tu misericordia porque en ti confío. Hazme conocer el camino en que he de andar porque hacia ti levanto mi alma. (Salmos 143:8 RVA-2015)

Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? (Isaías 43:18-19 NVI)

Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios. (2 Corintios 1:20 NVI)