Aprendió a confiar en Mí
Pero gracias a Dios, quien nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. (1 Corintios 15:57 RVA-2015)
Si te parece que tu camino está sembrado de adversidades, piensa en el apóstol Pablo: Fue azotado en cinco ocasiones y en otras tres le pegaron con varas. En una oportunidad lo apedrearon y lo dieron por muerto. Naufragó tres veces, y pasó un día y una noche a la deriva en alta mar. Se enfrentó a peligros en el mar, en el desierto y en las ciudades. Sufrió a manos de ladrones, de sus propios paisanos, de extraños y hasta de quienes afirmaban ser seguidores Míos. En muchas ocasiones lo encarcelaron y se vio privado de sus necesidades más elementales.
A pesar de todo no dejó de confiar en Mí. Animaba constantemente a los demás a poner los ojos en Mí, afirmando: «Estamos atribulados en todo, mas no angustiados»; y: «En todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.»
Si bien es cierto que Pablo tenía gran fe, no olvides que era tan humano como tú. Millones de personas lo han venerado por haber difundido el evangelio a tanta gente y haber conectado con el mundo de su época. Lo que muchos no han advertido es que su compromiso y su fe se robustecieron gracias a los trances por los que pasó. Aprendió a confiar en Mí y fijar su fe en Mi Palabra en los momentos de necesidad. Pues tú puedes hacer lo mismo.
¿Vas a angustiarte por los apuros que sufres hoy o sufrirás mañana? ¿O vas a aferrarte a Mí con toda el alma como hizo Pablo? Siempre estaré a tu lado, como siempre estuve con él. —Jesús [1]
Cuando tienes fe en Dios, no tienes que preocuparte por el futuro. Sabes que todo está en Sus manos. Solo tienes que ir y hacer lo mejor que puedas. —Anciano Bryan Mathison
[1] Conéctate Atribulados, mas no angustiados