Conectar con Dios y Su perfección

Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría. (Salmos 94:19 NVI)

 Hace un tiempo, pasé por uno de esos periodos de la vida que parecen sobrecargados de estrés. Se produjo una gran crisis y tensiones en el frente laboral, y todo aquello se extendió a la vida familiar y personal.
 Sabía que si quería conservar la cordura tenía que encontrar una salida y, de hecho, esa salida estaba afuera mismo de mi puerta.
 A la vuelta de la esquina hay una carretera ascendente por la que corre mucho viento y que lleva a un paso de montaña a unos 8 km. Me pareció un objetivo que merecía la pena, así que empecé a dar paseos diarios.
  Por el camino escuchaba música y podcasts inspiradores, rezaba por mis hijos y por los demás y admiraba las preciosas vistas, los majestuosos árboles y la ocasional fauna salvaje. En algunas ocasiones, al salir de casa, estaba tan contenida por dentro que sentía que estaba a punto de explotar. Es más, muchos de mis «paseos» empezaban a tal ritmo que casi corría: huía de los problemas y las tensiones con la esperanza de refugiarme en los brazos de Dios.
 Aquel período tan exigente de mi vida ya pasó, pero estoy segura de que vendrán otros. Esas caminatas cuesta arriba me ayudaron a desconectar de mi realidad y conectar con Dios y Su perfección. Contribuyeron a que me liberara de tensiones, contrariedades y negatividad. Hicieron posible que respirara aire fresco y albergara pensamientos celestiales y positivos.
 Sigo recorriendo ese camino, aunque no tan a menudo. Ahí yacen mis penas, mis lágrimas y nace mi renovada alegría. —Anna Perlini [1]

 El cristianismo no es la eliminación del sufrimiento, sino la adición de la gracia para soportar el sufrimiento triunfalmente. —Thomas Watson

[1] Conéctate El camino hacia la paz interior

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