Del dicho al hecho hay largo trecho
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. (Santiago 3:13)
Un espíritu afable es esencial para relacionarse armoniosamente con la gente. Puede ser determinante para que los demás se muestren abiertos a nuestras opiniones e ideas.
La Biblia retrata a Jesús como un cordero, una gallina y un tierno y atento pastor. Él dijo de Sí mismo: «Soy manso y humilde de corazón».
No obligó a nadie a creer en Él ni a seguirlo. Se mostró compasivo y atrajo mansamente a la gente a Su reino celestial.
Si quieres granjearte amistades y conducir a otras personas al Señor, sigue Su ejemplo. «Sean amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres».
Del dicho al hecho hay largo trecho, dirás. Pero no te preocupes. Dios puede ayudarnos a imitar más a Jesús en ese sentido si dejamos que Su Espíritu Santo obre en nosotros. - Rafael Holding [1]
El hombre manso alcanza la serenidad. Mientras camina en mansedumbre, deja dichoso que Dios defienda su causa. La anterior lucha por defender su posición ha cesado. Ha hallado la paz que trae consigo la mansedumbre. - A. W. Tozer
[1] Conectate El fruto encantador: la mansedumbre