Entrégale tus cargas al Señor
Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios, porque en Él está mi esperanza. Solo Él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde no seré sacudido.. - Salmos 62:5-6 NTV
Actualmente para la mayoría de las personas es una gran prioridad librarse de la ansiedad, la preocupación y el estrés.
Vivimos en un mundo con un ritmo cada vez más acelerado de cambio; y el cambio trae incertidumbre. La incertidumbre tiende a causar preocupación, estrés e inquietud general.
En algunos casos, despertamos sintiéndonos intranquilos, inquietos, pero sin poder precisar exactamente por qué.
La intranquilidad, inquietud y ansiedad tienden a socavar tu alegría y fe. Esa sensación de miedo o de «no saber» puede hacerte perder entusiasmo en tus perspectivas o esperanza para el futuro. La Palabra nos dice: “Entrégale tus cargas al Señor, y Él cuidará de ti”.
Aprender a depositar en Él toda nuestra ansiedad y no inquietarse por nada es más fácil decirlo que ponerlo en práctica, por eso necesitamos esforzarnos para entregar nuestras cargas al Señor. Necesitamos aprender a entregarle a Él nuestros temores y preocupaciones. - Peter Amsterdam [1]
Si Dios es nuestro Dios, nos dará paz cuando estemos atribulados. Cuando fuera haya tormenta, pondrá paz en nuestro interior. El mundo suele crear conflictos donde hay paz; Dios, en cambio, crea paz donde hay conflictos. - Thomas Watson (c. 1620–1686)
1] Áncora ¿Intranquilidad?