Ese es el principio por el que me rijo

El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano. (Proverbios 18:24)

Amar al prójimo es algo natural para Mí, y cuando me recibes, ese amor se convierte en parte intrínseca de ti. Si bien Yo te dispenso ese amor libremente, es responsabilidad tuya llevarlo a la práctica y aplicarlo. ¿Cómo? Paso a paso, realizando un acto de amor seguido de otro y luego de otro.

Puedes manifestar Mi amor a los demás de múltiples maneras: perdonando, siendo amable, teniendo misericordia y consideración, interesándote por los demás, procurando comprenderlos, dirigiéndoles palabras de amor y de ánimo, prodigando elogios, deteniéndote a conversar con alguien y prestarle oído, poniéndote en el lugar de otra persona, ayudándola a sobrellevar sus cargas, haciendo algo por ella cuando menos lo espera o lo merece.

Cada vez que te interesas por los demás y traduces ese interés en gestos de amor, te pareces un poquito más a Mí. Cada vez que manifiestas Mi amor, te es retribuido. Si demuestras más amor, Yo te lo compensaré con creces: verteré Mi amor sobre ti en mayor medida para que tengas más para disfrutar y compartir. «Dad, y se os dará».

Ese es el principio por el que me rijo: cuanto más das, más recibes. – Jesús [1]

 Puede que amar cueste mucho. Sin embargo, no amar siempre cuesta más, y quienes temen amar a menudo encuentran que la falta de amor es un vacío que le roba el gozo a la vida. - Merle Shain (1935–1989)

 

[1] Conéctate El don de amar más

Previous
Previous

Proporciona el fuego del alma

Next
Next

Aprovechar la sabiduría que nos ha dado Dios