¡Jesús ama incondicionalmente!
Todo aquel que el Padre me confía vendrá a mí , y yo no rechazaré al que venga a mí. (Juan 6:37 RVA2015)
Si te pidiera que describieras la labor que realizó Jesús con la gente, ¿qué dirías? La pregunta es relevante, porque Él nos pidió que fuéramos Sus representantes en este mundo; nos urge, pues, pensar en cómo podemos reflejar mejor Su amor mientras seguimos Sus pasos.
Jesús amor no se circunscribió a determinado grupo de personas. Amó a los fariseos que fueron a verlo deseosos de encontrar la verdad tanto como a los publicanos. Amó al centurión romano tanto como al leproso al que tocó y sanó.
Jesús amó a la mujer sorprendida en adulterio tanto como a Sus discípulos. Amó al joven rico que se le presentó tanto como a la viuda que donó la monedita de muy poco valor. Fueran quienes fueran o lo que sea que hubieran hecho, Jesús los amó a tal extremo que murió por ellos.
¡Jesús ama incondicionalmente! Él sortea los defectos, las apariencias y hasta la exterioridad de las palabras y los actos, y mira al corazón que anhela angustiosamente esperanza y verdad. Prometió que no echaría fuera a nadie que acudiera a Él.
Si queremos seguir en Sus pisadas, es preciso que hagamos lo mismo. Eso significa abrir nuestro corazón, como lo hizo Jesús, para transmitir Su amor a los que lo necesitan. – Maria Fontaine [1]
Lo mejor que podemos hacer con el amor que tenemos es no esperar la oportunidad de realizar un acto espléndido que reluzca delante del mundo, sino más bien llenar todos los días y las horas con pequeños actos de bondad que ennoblecen, fortalecen y alegran a incontables corazones. - J. R. Miller
[1] Conéctate Sin favoritismos