Resulta demasiado fácil sacar conclusiones

De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta a Dios de sí mismo. (Romanos 14:12 RVA-2015)

 Hace poco estaba evocando cosas del pasado. Me puse a pensar en decisiones que había tomado y comencé a culpar a los demás por el desenlace de ciertas situaciones. Culpé a mis padres por decisiones que tomaron ellos y que afectaron mi infancia. Culpé a mi colegio por mis inseguridades y por esa sensación que tenía de que nunca alcanzaría el grado de perfección. Culpé a mi iglesia por actitudes que tenía hacia Dios.
 Mi vida no ha sido perfecta. Tomé algunas decisiones que me afectaron negativamente y en otros casos me vi afectada por terceros. Pero los culpables no fueron mi vida familiar ni mi colegio ni mi iglesia. Fueron personas de carne y hueso.
 al recordar a esas personas, pude apreciar a una señora que lidiaba con la pena de haber perdido a su hijo mayor; un joven dirigente estudiantil que acababa de graduarse y se creía experto en adolescentes, pero que simplemente necesitaba un poco más de experiencia, y un profesor de matemáticas extenuado y estresado, cuya mujer pasó meses recluida en un hospital luego de un embarazo difícil. Esas personas cometieron errores, igual que los he cometido yo a lo largo de mi vida.
 Resulta demasiado fácil sacar conclusiones y caer en generalizaciones acerca de nuestras experiencias y de las personas sobre las que tenemos sobrados motivos para culpar por nuestros infortunios. En ese momento puede que no entendamos por qué alguien reaccionó de la forma en que lo hizo; pero mirar en retrospectiva con comprensión puede ayudarnos a ver la situación con más claridad y hallar la liberación que da el perdón. —Joyce Suttin [1]

 Puede parecer que las circunstancias destrozan nuestras vidas y los planes de Dios, pero Dios no está indefenso entre las ruinas. El amor de Dios sigue actuando. Él entra y toma la calamidad y la usa victoriosamente, llevando a cabo Su maravilloso plan de amor. —Eric Liddell

[1] Conéctate ¿Quién tiene la culpa?

Previous
Previous

Convicción y compromiso para vivir lo que profesamos

Next
Next

Todo bien saldrá