Un Amigo que jamás te abandonará
Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido. (Salmos 34:18 RVR)
David de la Biblia, que se debió de sentir horrible luego de algunos gravísimos incidentes que tuvo en su vida pública y privada. Como él escandaloso robo de esposa que protagonizó, debió de ser bochornoso.
Es de asumir como le invadió el remordimiento y el desaliento al no poder controlar a sus adorados e indóciles hijos, Absalón y Adonías. Por no hablar de las críticas y acusaciones de las que probablemente fue blanco cuando Dios juzgó a la nación entera por un pecado que él cometió.
Así y todo, fueron justamente esos fallos —no su victoria sobre el gigante filisteo— los que le permitieron descubrir la humillante pero liberadora verdad de que sin Dios somos un desastre.
Se parece a una frase que tengo memorizada y que me ha servido de aliento después de algunas torpezas mías: «Reconocer constantemente que cometemos errores nos ayuda a evitar ese espíritu de orgullo que nos impulsa a criticar y condenar a los demás».
Total que si te parece que te ronda el fracaso, ¡no te desanimes! Cuentas con un Amigo que jamás te abandonará, que te ayudará a desoír el canto de las sirenas del desaliento y la desesperación para llevarte al puerto seguro de Su consuelo, aceptación y perdón. [1]
Es imposible vivir sin fallar en algo, a menos que se viva con tanta cautela que mejor sería no vivir en absoluto. En ese caso, se falla por omisión. - J. K. Rowling
[1] Conéctate El lado positivo del fracaso