La clave para que las cargas
Cuando te llegue un buen día, disfruta de él; y cuando te llegue un mal día, piensa que Dios es el autor de uno y de otro, y que los mortales nunca sabremos lo que vendrá después. (Eclesiastés 7:14 RVC)
En todo cuanto acontece a los hijos de Dios brilla siempre un rayo de esperanza. La tormenta siempre trae un arcoíris. La noche siempre tiene sus estrellas. Las nubes siempre muestran su perfil plateado. La ternura del amor de Dios se percibe en todo cuanto sucede. Y a pesar de que no lo veamos, por la fe sentimos la proximidad de Dios.
La clave para que las cargas se conviertan en bendiciones, las tribulaciones en triunfos y las cruces en coronas, es saber que sea cual sea la situación que soportemos, de algún modo redundará en nuestro bien.
Es el maravilloso plan que Dios nos ha trazado y el regalo que nos ha dado a los que creemos en Jesús y somos hijos Suyos. Si somos espiritualmente salvos, podremos confiar en medio de los problemas y el sufrimiento, ya que sabremos que hay una buena razón para nuestras pruebas y tribulaciones.
Jesús es un amigo que te será más fiel que un hermano. Y si le extiendes la mano, confías en Él y te fías de Su Palabra, ¡Él te guiará amorosamente y te guardará a pesar de todo! [1]
El mayor regalo que Dios puede hacerte es darte la fuerza para aceptar todo lo que te envíe, con una sonrisa, y la voluntad de devolverle lo que te pida con una gran sonrisa. - Madre Teresa de Calcuta
[1] Áncora Esperança no Sofrimento