Compartimos refrendamos y cuáles condenamos

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.» Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37–39)

 Con tantos temas candentes en discusión es importante que nos tomemos el tiempo para determinar cuidadosamente cuáles de ellos compartimos y refrendamos y cuáles condenamos. ¿Se nos está utilizando para promover los planes y programas de otros? ¿Cuál es el origen de esta campaña? ¿Cuál es el trasfondo? ¿Cómo se sostiene el lema que se esgrime frente a los preceptos bíblicos y sobre todo frente a las enseñanzas de Jesús?
 Jesús abrió el camino enseñándonos el espíritu de los preceptos del Antiguo Testamento. Fue amigo de todo el que se le acercó con un corazón abierto. No le importaba el sexo, posición social o la reputación de la persona. No reparaba en nada de eso; la miraba directo al alma. Desafiaba los convencionalismos con amor y radicalidad a fin de curar y consolar a los que acudían a Él. Gracias al ejemplo de Jesús y Sus seguidores nosotros aprendemos a hacer lo mismo.
 Entonces ¿qué aplicación tiene esto para mí y de qué modo debo filtrar las noticias, las páginas de opinión y los comentarios de Facebook que veo? ¿Cómo hago para saber a qué causas adherirme? ¿Cómo lograr coherencia entre mis actos y mis creencias? En lugar de sumarme a la última campaña de moda debo investigar como corresponde y pedir orientación y discernimiento por medio de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo.
 Además, ruego que en mi pequeño rincón del mundo yo pueda ser una fuerza de bien y ser perseverante en compartir con los demás lo que Dios me ha dado, trátese de bienes espirituales o materiales. —Sally García [1]

 Haz todo el bien que puedas, por todos los medios que puedas, de todas las formas que puedas, en todos los lugares que puedas, tantas veces como puedas, por todo el tiempo que puedas. —Atribuida a John Wesley

[1] Áncora La justicia según la Biblia

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