El sentido de comunidad es un ingrediente vital
Gócense con los que se gozan. Lloren con los que lloran. (Romanos 12:15)
No se me ocurre mejor manera que esa de promover un sentido de comunidad. Nunca habrá época de la vida en que no se entrelacen sucesos felices con otros difíciles.
Todos tenemos problemas con nuestros hijos, conflictos laborales, económicos, matrimoniales y trastornos de salud. Sé que estamos todos medio estresados, porque la vida es ajetreada y nos prodiga contrariedades todos los días. Algunos tenemos buenas noticias y otros traen malas.
Quiero escuchar tus buenas noticias, aunque estén yuxtapuestas a mis pesares. ¡Me alegraré contigo y por ti! No querría que dejaras de manifestar tu alegría solo porque en ese mismo momento mis novedades sean de otra índole. ¡Nos alegraremos juntos!
Si tiene noticias difíciles de tragar, lloraré contigo y te acompañaré en tu desdicha. Juntos recordaremos que en algún momento retornará la alegría.
Contarnos nuestros avatares genera riqueza. Hace más profunda nuestra dicha, así como unos ingresos residuales aumentan nuestro patrimonio. Es una renta complementaria de altibajos que extiende nuestra vida más allá de los límites de nuestras experiencias personales.
El sentido de comunidad es un ingrediente vital para llevar una vida feliz y gratificadora. Dios no tuvo previsto que viviéramos solos. En comunidad se multiplica nuestra dicha y se comparte el peso de nuestra brega. —Marie Alvero [1]
Nuestro amor a Dios se mide por nuestra comunión cotidiana con los demás y por el amor que demuestra. —Andrew Murray
[1] Conéctate El sentido de comunidad