En sintonía con el Señor

Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad. (Filipenses 2:13 NVI)

 Para que seamos accesibles para Dios hace falta intencionalidad de nuestra parte. Optamos por estar en sintonía con el Señor, decidimos que le daremos la oportunidad de comunicarse con nosotros, al dedicarle tiempo, al buscar un lugar silencioso y acallar nuestro ser interior de modo que estemos en el estado de ánimo adecuado para escucharlo.
 Nuestra disponibilidad en el aspecto espiritual y práctico es nuestra declaración al Señor de que Él es un socio de pleno derecho en nuestra vida y que queremos que participe en todo lo que hacemos.
 Es una invitación abierta para que el Espíritu Santo no solo habite en nuestro interior, sino que participe activamente en nuestros pensamientos y actos. Claro, esa invitación tiene consecuencias. Cuando el Espíritu de Dios se conecta con quienes se han puesto a Su disposición, se mueve en la vida de ellos. Cuando de verdad estamos accesibles para Él, estamos abiertos para recibir Su guía e instrucciones.
 Estar accesibles y disponibles para el Señor es una manifestación de que Dios reina en nuestra vida. Es la aplicación de lo que Jesús expresó cuando dijo que oráramos: «Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra». Nuestra disponibilidad nos pone en consonancia con la voluntad de Dios, con Su reino y Su Espíritu. En esa sintonía hallamos satisfacción y tenemos bienestar y contentamiento. —Peter Amsterdam [1]

 Cuando te rindes en completa y sincera obediencia a Dios, Él puede hacer grandes cosas a través de ti. —Jim George

[1] Áncora Accesibles para Dios

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