La alegría es importante en una vida basada en Cristo

Regocíjense de que sus nombres están inscritos en los cielos. (Lucas 10:20 RVA-2015)

Si bien Jesús no mencionó sino dos veces el gozo o alegría en los Evangelios, está muy presente en los sucesos de Su vida y en Su enseñanza. Además hallamos menciones y ejemplos de gozo a lo largo del Nuevo y del Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento se emplean siete palabras griegas que aluden a gozo, júbilo, alegría y regocijo. Estos vocablos se emplean 72 veces en los Evangelios y 101 veces en el resto del Nuevo Testamento.

Se nos dice que el reino de Dios es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo, y que si lo servimos en esas cosas, agradaremos a Dios. El gozo o la alegría subsiguen al amor en la lista del fruto del Espíritu. No cabe duda de que la alegría es importante en una vida basada en Cristo.

Los cristianos podemos acceder a ese estado de ánimo permanente, ese modo de ver la vida con certidumbre y esa aguda conciencia del Dios soberano y confianza en Él, los cuales en conjunto componen el gozo. ¿Cuál es la base de ese gozo? Tiene su origen en nuestra salvación, que nuestros nombres están escritos en el cielo. Tenemos gozo, nos regocijamos, porque poseemos la esperanza de una herencia eterna.

Podemos gozar de alegría porque adoptamos la vista de largo alcance, sabiendo que sean cuales sean las dificultades o reveses que experimentemos en esta vida, viviremos con Dios para siempre. —Peter Amsterdam [1]

El gozo es fundamentalmente una actitud hacia la vida que considera y acepta el mundo con ecuanimidad, un modo de ver la vida con certidumbre y con raíces profundas en la fe, con una aguda conciencia del Dios soberano que se reveló a sí mismo en Jesucristo y en Su muerte y resurrección, amén de una confianza en Él. —R. P. Martin

[1] Áncora El gozo del Señor: nuestra esperanza y nuestra fortaleza

Previous
Previous

Tres clases de resentimientos

Next
Next

Es imperioso confiar en Su sabiduría