¿Somos capaces de amar de la misma manera?

Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Y todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. (1 Juan 4:7 RVA2015)

No podemos amar a alguien —ni siquiera tener compasión de él— si primero no procuramos entenderlo. Y eso no es posible si no nos ponemos en su lugar ni procuramos ver las cosas desde su perspectiva.

Dios dispuso que cada ser humano fuera diferente, pero todos somos objeto de Su amor. Él manifiesta Su gran amor y Su gracia a todas Sus criaturas.

Alguien dijo: «Dios esparce la gracia como un niño de cuatro años unta mermelada en su tostada. Es decir, la derrama por todas partes».

Dios no creó a personas a las que ama menos y a otras a las que ama más. No ama a la gente de cierto color de tez más que a la de otro. Debe de dolerle mucho que alberguemos prejuicios de ese tipo y que despreciemos y denigremos a los demás.

Debemos amar a todas las personas brindándoles el amor de Dios. Jesús entregó Su vida por toda la humanidad. A todos les manifestó el máximo amor posible al morir por cada persona.

Así nos ama Dios. ¿Somos capaces de amar de la misma manera? [1]

La mayor resistencia a vencer es ésta: la idea de que Dios es como nosotros, mientras que nos invita a ser como Él. - Fratel Michael Davide

 

[1] Áncora Valor incalculable

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