Soy paz y calma
No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en Mí. (Juan 14:1 NVI)
¿En qué piensas cuando escuchas la palabra tranquilidad? Hay muchas imágenes que la gente relaciona con la calma y la serenidad. Es posible que sea un lago tranquilo donde el agua es como un espejo y no hay viento ni olas. Tal vez sea un campo de flores delicadas que están en perfecta quietud. O tal vez pienses en un día de invierno cuando cae la nieve y envuelve la tierra de un pacífico silencio.
Sea cual sea la imagen que tengas de la tranquilidad, así quiero que seas en tu interior. Quiero que tengas tranquilidad y reposo. No quiero que seas una persona atribulada. A fin de hallar esta tranquilidad, dedica tiempo a meditar en Mí.
La verdadera tranquilidad de espíritu solo puede provenir de Mí, a medida que dediques tiempo a la oración y a la meditación. Así pues, dedica tiempo y halla la tranquilidad que necesitas.
Permite que Mi Espíritu fluya a través de ti. Soy paz y calma. Puedes disfrutar de Mi presencia a medida que medites en Mí y en Mi Palabra. Permíteme que llene tus pensamientos con imágenes de armonía y quietud. Alábame por Mi naturaleza pacífica, tranquila. – Jesús [1]
Cultivamos un corazón tranquilo cuando confiamos en Dios sobre nuestras circunstancias, creemos que Él tiene en cuenta nuestros intereses y nos proponemos cumplir con el rol específico que Él tiene planeado para nosotros en esta vida. - Karen Ehman
[1] Áncora Un corazón tranquilo