Su amor no nos fallará
El Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un padre con sus hijos; pues Él sabe bien de qué estamos hechos: sabe que somos polvo. (Salmo 103:13,14 DHH)
Jesús nos comprende y se compadece de nuestras debilidades, porque fue «tentado en todo según nuestra semejanza». Él conoce bien lo que es sufrir.
Dios tiene una finalidad en todo lo que permite que nos ocurra, aunque no siempre la veamos enseguida. Por ejemplo, los momentos difíciles muchas veces hacen brotar la dulzura y la bondad en la gente. Los padecimientos, los sacrificios y las desdichas hacen aflorar las mejores cualidades —amor, ternura e interés por los demás— en quienes no permiten que esos trances los encallezcan o amarguen. Quienes hemos descubierto el amor de Dios expresado en la figura de Jesús abrigamos un profundo deseo de transmitir ese amor y esa solución a los demás, para que Él pueda entonces aliviar su sufrimiento y sacarlos adelante en sus momentos de apuro.
La lectura de la Palabra de Dios nos desvela muchas de las razones de nuestras penas, es probable que no lleguemos a descubrir todas las respuestas a ese eterno interrogante hasta que lleguemos al Cielo.
ranscurrido un tiempo, nuestro sufrimiento se ve desde otra perspectiva. Mediante él adquirimos sabiduría y nos volvemos más compasivos con los que sufren.
En cualquier caso, a pesar de nuestros escasos conocimientos y comprensión de estos enigmas de la vida, podemos tener la certeza de que Su amor no nos fallará. Pasaremos por momentos dolorosos, pero gracias a Dios no terminaremos desesperados ni desamparados. [1]
El sufrimiento puede refinarnos en lugar de destruirnos porque Dios mismo camina con nosotros en el fuego. —Timothy Keller
[1] Conéctate ¿Por qué sufrimos?