Un mundo perfecto
Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron. (Apocalipsis 21:4 RVA-2015)
Según la Biblia, una de las mayores diferencias entre la vida en la Tierra y el Cielo es que este último constituye un mundo perfecto, en el que reina la presencia de Dios y podremos disfrutar de toda la belleza y las maravillas propias de la vida terrena, pero sin la angustia, el dolor, la sensación de vacío, la soledad y el temor que muchas veces se apoderan de nosotros… Un mundo libre del egoísmo, la codicia y la destrucción que vemos en nuestro entorno.
endremos un cuerpo muy similar al que poseemos ahora, pero que no padecerá los achaques, las incomodidades, el envejecimiento y el dolor que experimentamos en estos cuerpos terrenales. Estaremos rodeados de nuestra familia e hijos y de nuestros seres queridos. Disfrutaremos de su compañía y juntos viviremos felices por la eternidad en presencia de Aquel que nos amó y nos creó.
Estaremos totalmente inmersos en labores trascendentes, que afecten para bien la vida de los demás. Emplearemos el tiempo en actividades que nos proporcionen alegría y nos estimulen; no en las tareas pesadas, monótonas, rutinarias y carentes de sentido que a muchos nos toca realizar en nuestra existencia cotidiana aquí en la Tierra.
La buena noticia es que creyendo en Jesús cualquierapuede conseguir una entrada al Cielo y experimentar la dicha, la satisfacción y el amor eterno que Él quiere que tengamos tanto en esta vida como en la venidera. - Maria Fontaine [1]
La tierra no tiene dolor que el cielo no pueda sanar. - Thomas Moore
[1] Áncora Así es el Cielo