Agudiza nuestra capacidad espiritual
Pues lo que fue escrito anteriormente fue escrito para nuestra enseñanza a fin de que, por la perseverancia y la exhortación de las Escrituras, tengamos esperanza. (Romanos 15:4 RVA2015)
Todos los días nos vemos desbordados por una andanada de información de muy diversas fuentes que influye en nosotros en uno u otro sentido. El hecho de dedicar un rato diariamente a leer lo que Dios ha dicho nos permite navegar en medio de ese torbellino de datos.
Agudiza nuestra capacidad espiritual de distinguir la verdad de la mentira. Hace que nos resulte más fácil centrarnos en lo que es importante para llevar una vida realmente feliz, con paz interior y en consonancia con Dios y Su voluntad. Nos ayuda a superar todo lo que la vida nos depara.
Permanecer en la Palabra de Dios nos pone en contacto continuo con Su Espíritu. «Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida» (Juan 6:63)
Hacerse tiempo para leer a diario no es tarea fácil. Requiere autodisciplina. Al igual que los ejercicios y las actividades de entrenamiento que nos mantienen en forma y nos llevan a mejorar nuestro desempeño, dedicar con regularidad cierto tiempo a la lectura de las Escrituras vigoriza nuestro espíritu y nos hace cristianos más fuertes, bien cimentados en la verdad y el amor de Dios.
Dedica ratos a comulgar profundamente con Dios por medio de Su Palabra. Te transformará. [1]
No tengas primero tu concierto, y después afines tu instrumento. Comienza el día con la Palabra de Dios y oración, y ponte primero que nada en armonía con él. – Hudson Taylor
[1] Conéctate La mesa está servida