Él ha prometido estar con nosotros
Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo. (Salmos 37:5 RVC)
A menudo, las dificultades que enfrentamos son lo que nos ayuda a ejercer toda nuestra capacidad latente y a cumplir el propósito que Dios tiene para nosotros. Por esa razón, debemos persistir durante esos tiempos difíciles; no podemos darnos por vencidos.
Recordemos que el desaliento, la derrota, el sufrimiento, el dolor y la aflicción no deben separarnos del Señor. Al contrario, se supone que esas cosas deberían acercarnos a Él.
Aun en los momentos de más hondo desespero, Él ha prometido estar con nosotros, protegernos, consolarnos y amarnos. No dice que debamos realizar grandes hazañas.
No insiste en que siempre seamos buenos y perfectos. Todo lo que pide es que confiemos en Él; en que Él nos guardará, nos defenderá, proveerá para nuestro sustento.
Los momentos difíciles deben ser peldaños por los que vamos ascendiendo para llegar a tener una relación más estrecha con el Señor, ¡para tener más fe y alcanzar la victoria!
Si le damos a Él nuestro amor, obediencia y vida, ¡Él nos dará Su poder, Su fortaleza y Su ungimiento para que estemos en condiciones de hacer portentos para Él y los demás! [1]
La fuerza y la felicidad de un hombre consisten en determinar en qué sentido va Dios y en tomar ese mismo camino. - Henry Ward Beecher