Él no quiere que los pobres sufran

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? (Santiago 4:1)

 Buena parte del sufrimiento que aqueja al mundo es causado por la misma humanidad. Fíjense en el indescriptible dolor que la humanidad ha ocasionado por librar guerras en las que millones de personas mueren o sufren mutilaciones. ¿Tiene Dios la culpa de las guerras humanas? Dios no tiene la culpa de los sufrimientos causados por los conflictos bélicos; por el contrario, los culpables son la codicia, el ansia de poder, de gloria y de ganancias egoístas.
 Mira los millones de personas que cada año mueren de hambre en algunas partes del mundo, mientras que en otras hay excedentes de alimentos. Dios ha provisto más que suficiente para que nadie pase hambre. No obstante, mientras en algunas partes del mundo se almacenan o destruyen esos excedentes, la gente de otros países muere de inanición.
 La Palabra de Dios aconseja e incluso insta reiteradamente a quienes tienen en abundancia que compartan con los carenciados, pues Él no quiere que los pobres sufran.
 «¿Por qué permite Dios que haya sufrimiento?» es uno de los mayores interrogantes de esta vida. Si bien leyendo la Palabra de Dios podemos entender muchas de las razones, hay algunas cosas que no entenderemos del todo hasta que pasemos a la otra vida y podamos verlas tal como Dios las ve.
 La Palabra de Dios promete que para los que amamos a Dios todo sufrimiento llegará a su fin. Él «enjugará toda lágrima de nuestros ojos; y ya no habrá muerte, ni llanto, ni clamor ni dolor, porque las cosas anteriores pasaron». (Apocalipsis 21:4) [1]

 Dios tuvo en la tierra un hijo sin pecado, pero nunca uno sin sufrimiento. —San Agustín

[1] Conéctate En busca de sentido

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