¡Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno! ¿Qué requiere de ti el SEÑOR? Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Dios. (Miqueas 6:8 RVA2015)

Todos aquellos a quienes se nos ha corrido el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. Y el Señor, que es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a Él a medida que somos transformados en Su gloriosa imagen. (2 Corintios 3:18 NTV)

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? (Santiago 4:1)

Así es, el que almacena riquezas terrenales pero no es rico en su relación con Dios, es un necio. (Lucas 12:21 NTV)

Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. (Salmos 32:8 NVI)

No menosprecien estos modestos comienzos. (Zacarías 4:10 NTV)

El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en Él confía; de Él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría. (Salmo 28:7 NVI)

Si nuestra esperanza en Cristo fuera únicamente para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los hombres. (1 Corintios 15:19 RVC)