Dios está presente, siempre presente
El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. (Salmo 18:2 NTV)
Comprender cabalmente a Dios
Y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. (Efesios 3:19 RVR1995)
La naturaleza de Dios es recta
Él es la Roca, Sus obras son perfectas, y todos Sus caminos son justos. Dios es fiel; no practica la injusticia. Él es recto y justo. Deuteronomio 32:4
Dios ha optado por trabajar con nosotros
Y así nosotros, como colaboradores, les exhortamos también a ustedes a que no reciban en vano la gracia de Dios. (2 Corintios 6:1 RVA-2015)
Él nos llevará
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. (Hebreos 12:1 RVR1995)
La Escritura nos exhorta a perdonar
Perdonándose unos a otros como Dios también los perdonó a ustedes en Cristo. (Efesios 4:32 RVA-2015)
Podemos aprender a confiar en Él
Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! (2 Corintios 4:17 NTV)
Siempre podemos fiarnos de Dios
Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en la gente. (Salmo 118:8 NTV)
La oscuridad sencillamente no puede existir en presencia de la luz
Yo soy la luz del mundo. El que me sigue nunca andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12 RVA-2015)
Fabuloso llamamiento, pero a la vez menuda exigencia
Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12)
Generalmente hay que entender a una persona para poder labrar una estrecha relación con ella
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso. (Mateo 11:28)
Espléndida belleza
Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman. (1 Corintios 2:9 NVI)